Títulos

Por Oscar Díaz Salazar

Desde hace varios años, el Congreso de Nuevo León, estableció un tope a los costos de titulación para quienes concluyen sus estudios universitarios.

En Tamaulipas, en una legislatura anterior, la diputada Edna Rivera presentó una iniciativa similar tendiente a acotar el precio de los trámites y cuotas que aplican los directivos de las instituciones de educación superior a las personas que con ese documento, el título, cierran el ciclo de su formación universitaria.

La iniciativa de la diputada Rivera, de morena en ese tiempo, fue desechada, dejando las cosas como están en esa materia, o sea muy mal, pues los altísimos costos para obtener un título profesional, es una de las causas principales de la baja eficiencia terminal de las universidades locales, lo que significa que muchos jóvenes carecen del estatus de profesionistas, por no tener el dinero para titularse, aunque hubieran cursado y aprobado la totalidad de los créditos y/o materias de los programas universitarios.

El tema sigue teniendo importancia y vigencia. Es injusto que los estudiante de universidades públicas y privadas, requieran de una cantidad importante, que muchas veces equivale a las colegiaturas de todo un semestre o más, para poder titularse.

Ya entrados en el tema, la discusión la podemos profundizar para ver la conveniencia de facilitar el proceso de titulación, eliminando el requisito de escribir una tesis… en principio en áreas de conocimiento seleccionadas.

El asunto de la tesis es para muchos un anacronismo.

Para probar que la tesis no hace mejores profesionistas o que no es necesario para la formación de un profesional, podemos mencionar a los médicos, que no hacen tesis; a los profesionistas del Tecnológico de Monterrey, que no hacen tesis; y los profesionistas gringos, que tampoco hacen tesis y que reciben su título por correo a los pocos días de concluir su carga académica o de “pasar” su última materia.

El tema es particularmente injusto para los jóvenes de Reynosa, donde la oferta universitaria pública es limitada, por lo que optan por las universidades públicas y luego de pagar y pasar, todas las materias (que no es lo mismo pero es igual), tienen que desembolsar una cantidad fuerte para poder titularse.

Malpensado como soy, creo que esos temas ni siquiera se discuten, porque los dueños de la universidades privadas y los directivos de las públicas, destinan una parte del botín para “conven$er” a los jefes de que no hace falta cambio alguno.

Es triste y decepciona ver que se ocupan de reformas para inculcar el respeto a los animalitos de compañía en las escuelas… y se olvidan de los temas más relevantes.

Written by 

Related posts

Leave a Comment