✒️ Por: 𝒢𝒶𝓈𝓉𝒶𝓃𝒹𝑜 𝒯𝒾𝓃𝓉𝒶
Hay que reconocerlo: la derecha, cuando se propone hacer oposición, puede ser ruidosa, escandalosa… y a veces hasta entretenida.
Ahí tienen al diputado local Ismael García Cabeza de Vaca, ese mismo que saltó a la fama nacional no por sus iniciativas legislativas, sino por andar texteando sobre prostitutas en pleno Senado. Hoy, ya con fuero reciclado como legislador local en Tamaulipas, reaparece para advertirnos —con tono casi mesiánico— que no vayamos a votar el 2 de junio en la elección judicial. ¿El motivo? Morena ya hizo trampa, dice. Así, sin pruebas, sin filtros, sin vergüenza.
García Cabeza de Vaca, hermano del exgobernador del mismo apellido, asegura que el proceso está viciado, que hay boletas de sobra (tres millones, dice él), y que la elección está bajo el control absoluto de Morena. Lo curioso es que ahora sí, de pronto, le preocupa la democracia. ¿Será porque ya no tienen el poder?
Como senador, fue un cero a la izquierda: sin propuestas relevantes, sin peso político, sin otra notoriedad que la de sus escándalos. Como diputado local, parece aspirar a lo mismo: a pasar tres años con el micrófono en la mano y el fuero como escudo.
Su llamado a no votar, aunque parece una estrategia de boicot, en el fondo revela una confesión: no tienen fuerza, no tienen estructura y, lo más triste para ellos, no tienen confianza en su propia gente. Si creyeran tener el respaldo ciudadano, estarían llamando a llenar las urnas, no a vaciarlas.
La oposición se construye con ideas, con crítica argumentada, con propuestas, no con lamentos mediáticos ni con discursos alarmistas. Lo que vemos es una derecha oxidada, que extraña el poder y que se revuelca en sus propios fantasmas.
Mientras tanto, los ciudadanos deberemos decidir si les seguimos el juego del abstencionismo o si, por el contrario, tomamos el control y ejercemos el voto como la única herramienta que nos queda frente a políticos que ya no convencen ni a sus propias sombras.
Porque si algo está claro es que no votar… también es regalar el futuro. #El #prensalibre #sindical
