POR JESÚS FLORES ALMAGUER
Nuevo Laredo, Tamaulipas.- Una semana después de haber tomado posesión como comandante interino de la Guarnición Militar de la Plaza, el coronel Miguel Ángel Ramírez Canchola, elementos bajo su mando mataron a tres civiles, denunció el Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo (CDHNL). Las víctimas fueron Yuricie Rivera Elizalde, enfermera de 46 años; Lidia Iris Fuentes Galván, niña de ocho años; y Diego Alfredo, un joven de 18 años.
El 11 de octubre, Yuricie Rivera murió por un disparo en la cabeza mientras viajaba con su familia en el fraccionamiento La Fe. Testigos aseguran que los militares dispararon indiscriminadamente, deteniéndose solo ante los gritos del esposo. Ramírez Canchola, apenas instalado en el cargo, es señalado por una estrategia violenta que no distingue a civiles inocentes.
Al día siguiente, en la colonia Palmares, Lidia Iris Fuentes, de ocho años, fue baleada en la cabeza por militares, al quedar, atrapada junto a su abuela Lidia Galván, después que el vehículo en que viajaban fue impactado en forma intencional por el personal castrense. Lidia relató que un militar las amenazó con un arma en lugar de ayudarlas mientras la niña agonizaba. La FGR investiga el caso bajo el expediente FED/TAMPS/NL/0001452/2024, mientras la CNDH lo analiza como posible violación grave a derechos humanos.
Ese mismo 12 de octubre, Diego Alfredo, un joven secuestrado de 18 años, fue asesinado por soldados, al encontrarlo en una camioneta perseguida por militares, a una cuadra de donde fue victimada la niña Lidia Iris. El CDHNL descartó que portara armas, acusando al coronel de liderar operativos brutales. Las denuncias lo responsabilizan de una ola de violencia desatada tras su llegada.
Ramírez Canchola cuenta con la protección del General de División Ricardo Trevilla Trejo, Secretario de la Defensa Nacional, con quien lo une el vínculo de haber sido comandantes del 16 Regimiento de Caballería, así como del General de Brigada Fernando Colchado Gómez, comandante de la Octava Zona Militar en Reynosa desde octubre de 2024. Pese a conocer su historial violento, ambos lo mantienen en Nuevo Laredo. La FGR y la CNDH avanzan lentamente: el expediente de Iris y otras carpetas abiertas desde el 14 de octubre de 2024 no muestran resultados concretos.
El CDHNL exige a la presidenta Sheinbaum y a la Sedena esclarecer estos crímenes y reubicar al Regimiento. Raymundo Ramos, líder del Comité, criticó en El Universalla inacción institucional. Bajo la sombra del CoronelRamírez Canchola y la protección que goza por parte del General Trevilla Trejo y Colchado Gómez, Nuevo Laredo sigue atrapado entre la violencia y la impunidad.
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